Hoy se cumplen 3 años de la tragedia de la Panamericana.

PNM Aunque dicen que el tiempo lo cura todo, el dolor por la muerte de Yhonny Elías Adrían Olivares se revive cada 29 de diciembre, cuando se cumple un año más de la tragedia de la carretera Panamericana que dejó saldo de 14 fallecidos y más de una docena de heridos luego de que una gandola cargada con combustible impactara con un cerro en dirección a Los Teques y derramara el líquido inflamable que al hacer contacto con los cauchos de la unidad de transporte generó la gran llamarada. “Un día como hoy sucedió en el año 2.011 una terrible tragedia donde muchas familias quedamos de luto. A nosotros también nos tocó el infortunio porque se nos fue nuestro querido, amado y recordado Yhonny, conocido cariñosamente como Cantimplora”, afirmó Gisela Olivares, la progenitora de quien conducía el autobús y falleció, según testimonios, tras saltar por una ventana luego de ayudar a varios pasajeros a salir de la unidad en llamas. –De él nos quedaron dos niñas a las que llamaba sus princesas; ellas eran la luz de sus ojos, las amaba como a nadie, lastimosamente hoy crecen sin él, cuando sólo nos consuela el hecho de saber que fue recibido por nuestro Señor Jesucristo. Como toda madre no se resigna a haber perdido antes de tiempo a su hijo, sin embargo, tres años después los sentimientos se van apaciguando, va llegando una especie de calma. “Ese niño tan lindo que nuestro creador me mandó el 06 de enero de 1.980 hoy está gozando de la presencia de su padre celestial”. –A veces olvidamos que la vida no es eterna y que las personas que queremos no nos duran toda la vida, por eso tenemos que decirle a nuestros parientes lo mucho que los amamos cada día; abrazarlos y besarlos. Aunque ya no puedo acariciarlo, mi amor por él sigue intacto y lo recordaré cada segundo hasta que esté en este plano terrenal. Hombre bondadoso Gisela no es la única que extraña a Cantimplora, a quien definió como un hombre maravilloso, tierno, humilde y noble hasta el último momento de su existencia, cuando a costa de su propia vida ayudó a otras personas a no morir en uno de los accidentes más fatídicos de las últimas dos décadas en la carretera Panamericana. Sus compañeros de labores, choferes de la línea Caracas Los Teques también lo recuerdan cada año y lo conmemoran con alguna reunión en su nombre, misas e incluso caravanas. “Aunque estuvo poco tiempo con nosotros, hay mucha gente que vive muchos años y no marca la vida de nadie, en cambio él en su corto paso dejó muchos corazones rotos por su pronta y abrupta partida y eso es lo realmente importante: su legado (…) Lo único que nos reconforta es saber que está en un lugar mejor que nosotros ahora y que pronto lo volveremos a ver y entonces nos reencontraremos para entregarnos este amor que quedó represado al no podernos despedir siquiera”, dijo Olivares. Sin apoyo A tres años del evento, las hijas de Yhonny, de 8 y 6 años, no han recibido la prometida indemnización por parte de Pdvsa, empresa a la que pertenecía la gandola que provocó el derrame de combustible y cuyo conductor fue preso tras determinar que se desplazaba a exceso de velocidad -desatando toda una polémica sobre el horario de circulación de las gandolas por la carretera Panamericana. –Mi hijo era el sustento principal de su hogar; afortunadamente su esposa trabaja y ha podido salir adelante con las niñas, pero es incómodo que prometan hacerse cargo de algunos gastos y luego se desaparezcan. Es mejor no prometer lo que no van a cumplir para ya uno prepararse a lo que viene. Ya han pasado tres años, así que dificultamos que se responsabilicen ahora y en caso de que aparecieran no podríamos creer en ellos, porque pasamos más de un año llevando las carpetas que pedían y todo fue en vano. Johana Rodríguez – jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

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