Toronto.- Mientras cada vez más las ambiciosas producciones cinematográficas de ciencia ficción inundan las salas de cine, son contados los programas ambientados en galaxias lejanas los que subsisten en la pantalla chica.
Entre esos figura Dark matter (Materia oscura), el drama espacial que reúne a seis individuos que despiertan sin memoria alguna dentro de una cosmonave, llamada Raza, cuya primera temporada estuvo dedicada a que sus protagonistas, todos fugitivos de la ley, se encontraran a sí mismos, y que al final se vieron traicionados por un miembro de su propio grupo. Su segundo ciclo, de trece capítulos, inicia este miércoles 31 de agosto, a las 8:00 pm, por SyFy Latinoamérica.
Dark matter es bastante modesta en cuanto a efectos especiales, si se quiere, hecho que trata de compensar con los intríngulis personales de sus personajes de cabecilla. “En este programa no tenemos el presupuesto del que gozaba Stargate (2004-2011)”, confiesa su creador Joe Mallozzi, cuando compara la trilogía sideral de la que también estuvo a cargo con su actual producción, mientras sirve como guía de un recorrido por los decorados que hacen las veces de naves y edificaciones intergalácticas. “Pero considero que nos vemos tan bien como cualquier otra serie de ciencia ficción que está al aire”, ataja rápidamente con entusiasmo.
Al igual que muchas teleseries en la actualidad, Dark matter tiene su cómic correspondiente, no obstante, Mallozzi deja en claro que “en realidad siempre fue un libreto piloto que escribí cuando estaba en el cuarto año de Stargate Atlantis, es muy difícil vender una idea original en televisión a menos que seas J.J. Abrams (el genio detrás de las nuevas Viaje a las estrellas y La guerra de galaxias: el despertar de la fuerza), así que abordamos al sello de cómics Dark horse para convertirlo en historieta. Una vez publicado nos ayudó enormemente para venderlo como serie”.
En el planteamiento original, como los personajes no recuerdan quienes son, cada uno adopta como nombre el número según el orden en que fueron despertando, del uno al seis. También a bordo del navío se encuentra un androide que al principio los enfrenta, pero que el grupo logra desactivar y reprogramar para ayudarlos.
“La primera temporada se centró más en el misterio de quiénes eran y de dónde provenían. Podría decirse que fue bastante micro, nos mantuvimos a nivel de personajes, y muy enfocados en el interior de la cosmonave. En la segunda, vamos a ser más proactivos y explorar los enemigos que han establecido a través del tiempo. Conoceremos más del universo colonizador en el espacio, las corporaciones y la impresión de que estamos dirigiéndonos hacia una guerra corporativa. Ese es el telón de fondo en este ciclo”, relata emocionado el canadiense quién ha dedicado más de una década de su carrera a la ciencia ficción.
En estos tiempos, cuando los colores de piel son tema de controversia en el mundo del entretenimiento, no se puede pasar por alto que la tripulación de la Raza es bastante variopinta: los hay blancos, de color, y asiáticos, además el poderoso androide es de sexo femenino (Zoie Palmer). Para Mazzolli la diversidad es importante, pero insiste en que eso no privó en la escogencia. “Siendo honestos, tratamos de seleccionar a los mejores actores para los roles. Roger Cross (el actor jamaiquino que interpreta a Seis), ciertamente contribuye con la variedad, pero al mismo tiempo él fue el mejor para el papel”.
“Siempre imaginé al personaje de Dos como asiática (Melissa O’Neil), pero estábamos abiertos a cualquier etnicidad y ella ofreció la mejor actuación. Este año estamos incluyendo a Melanie Liburd (la británica que hizo de sacerdotisa roja en Juego de tronos) como Nyx. Cuando veo al elenco, creo que es maravillosamente diverso y un buen reflejo de nuestra sociedad actual”, señala. “Igualmente quería que tuvieran humor. Creo que todos son graciosos de una manera sutil, y esa es una forma de conectarse con la audiencia y a la vez de humanizarlos”.
Pero esa conexión no siempre se da según lo planeado, al principio los personajes de Mazzolli fueron recibidos como muy planos o muy parecidos entre sí, y él tuvo que hacer ajustes necesarios. “Un clásico ejemplo fue Tres (Anthony Lemke), me sorprendí con lo mucho que la gente lo odió al principio y pensé que quizás lo hicimos demasiado patán”, cuenta. “Así que le dimos una historia de fondo, una mujer que dejó atrás, y ahora es un favorito de los fans”.
Y es que los fans tienen su efecto en la trama, a Mazzolli le gusta analizar a lo que sus fieles seguidores reaccionan y complacerlos. Es muy activo en las redes sociales y mantiene un blog donde suelta sus adelantos. Por eso no quiso alargar mucho el misterio de la identidad del equipo. “Algo que me vuelve loco son esas tramas en las que una incógnita se estira, o la respuesta no es satisfactoria. Muchos críticos dijeron que debía reservarlo para el cierre de temporada, pero yo quise acelerar las cosas. Tengo un plan de cinco años y sé en dónde termina cada uno. Al final del día, la historia es sobre redención. ¿La gente nace mala o se hacen así por su entorno?”
La acción de la segunda temporada retoma con los miembros del equipo separados, algunos en prisión y otros en custodia, excepto por Seis, quien resultó ser el traidor. Asimismo siguiendo lo que parece ser la norma en las series recientes, en las que los escritores matan a cualquiera en el elenco, uno de los principales no sobrevivirá, y Mazzolli lo confirma: “una de las cosas que adoro de algunas series de cable como Walking dead es que nadie está a salvo, bueno al menos Rick sí y tristemente Carl (risas). Pero en nuestro programa nadie está seguro. No hay un héroe, y a pesar de que Uno es el número uno, sólo lo es porque fue el primero que despertó. Creo que se verán sorprendidos con la segunda temporada”.